EL COTOPAXI
Un gran páramo con paisajes volcánicos, hábitat natural de cóndores, ciervos y otros animales, conforman el Parque Nacional de Cotopaxi, creado el 26 julio de 1979.
Ruta tentadora para arriesgados andinistas que no dudan en desafiar el clima y la altura en su afán de llegar al Cotopaxi, el volcán activo más alto del mundo.
Aguas provenientes de gélidos glaciares, erosionaron las bases de un viejo volcán para formar el cono del poderoso Cotopaxi, que durante siglos fue considerado por los nativos quichuas, como un lugar sagrado.
La historia refiere que en 1534, en pleno combate con los españoles, el Cotopaxi (Cono de Luna en castellano), erupcionó y causó pavor entre las huestes hispanas, mientras que los indígenas comenzaron a venerar al furioso volcán.
Desde la llegada de los conquistadores españoles, el Cotopaxi ha erupcionado varias veces. La mayor tragedia ocurrió en 1877, cuando los glaciares que se desprendieron del volcán, borraron del mapa la ciudad de Latacunga.
El primero en escalar el Cotopaxi, siguiendo la ruta oriental de la montaña, fue el alemán Wilhelm Reiss en 1872. El camino más usado es por el norte, tal como lo hizo, una década después, el británico Edward Whymper. Aunque las rutas varían constantemente de acuerdo a la caída de nieve.
Junto al parque Nacional de Cotopaxi (que tiene una extensión de 33,393 hectáreas), se encuentra un
hermoso bosque de pinos que conforman el Área Nacional de Recreación El Boliche. Las coníferas fueron sembradas por Lucio Andrade Marín en 1928, para ver si estos árboles se adaptaban a los ecosistemas de altura.
Los pinos constituyen los principales árboles forestales de esta área de recreación y ocupan el 50 por ciento de la misma. Hace algunos años, fueron afectados por un hongo que tiñe de marrón sus troncos y ramas, lo que a la vez ha perjudicado a las otras especies.
Los principales atractivos de este parque, cuya temperatura promedio en el día es de 7º centígrados y en las noches desciende hasta los 0 grados, son:
El volcán Cotopaxi, cuya cumbre se convierte en un reto para los andinistas. Al llegar al refugio de montaña
José Ribas (4,800 m.s.n.m.) -localizado en la parte noroiental- se puede apreciar el Valle de Limpiopungo y su panorama volcánico con rastros de erupciones antiguas. Para ascender a la cumbre es indispensable usar un equipo especializado e ir acompañado por un guía.
El volcán Rumiñahui, alcanza unos 4,757 metros de altitud y está localizado al noreste del Cotopaxi y al noreste del imponente volcán Sincholagua. Ocasionalmente se pueden encontrar cóndores en sus rocas y peñascos.
La laguna de Limpiopungo, excelente vista
para realizar fotografías, rodeada del Cotopaxi, Sincholagua y Rumiñahui. En esta zona viven venados, conejos, llamas y otras especies de mamíferos.
Laguna de Santo Domingo, abastecido por un manantial y adornado con vestigios de paredes de piedra de la época incaica.
Mirador y planicie de Sunfana, a los pies del mirador, el visitante apreciará los verdes bosques de pino sobre una vasta planicie.
Río Pita, donde se permite realizar la pesca deportiva de truchas con previa autorización de INEFAN. Es un río que tiene una ancho de 8 metros, pero es poco profundo.
En el mismo sector hay restos precolombinos de plataformas y recintos de piedra relacionados entre sí, edificados por los antiguos adoradores del nevado volcán.